46 y depositaron sus piedras en el monte de la Casa, en un lugar
conveniente, hasta que surgiera un profeta que diera respuesta sobre ellas.
47 Tomaron luego piedras sin labrar, como prescribía la Ley, y
contruyeron un nuevo altar como el anterior.
48 Repararon el Lugar Santo y el interior de la Casa y santificaron los
atrios.
49 Hicieron nuevos objetos sagrados y colocaron dentro del templo el
candelabro, el altar del incienso y la mesa.
50 Quemaron incienso sobre el altar y encendieron las lámparas del
candelabro, que lucieron en el Templo.
51 Pusieron panes sobre la mesa, colgaron las cortinas y dieron fin a
la obra que habían emprendido.
52 El día veinticinco del noveno mes, llamado Kisléu, del año 148, se
levantaron al romper el día
53 y ofrecieron sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían
construido un sacrificio conforme a la Ley.
54 Precisamente fue inaugurado el altar, con cánticos, cítaras, liras y
címbalos, en el mismo tiempo y el mismo día en que los gentiles la habían
profanado.
55 El pueblo entero se postró rostro en tierra, y adoró y bendijo
al
Cielo que los había conducido al triunfo.
56 Durante ocho días celebraron la dedicación del altar y ofrecieron
con alegría holocaustos y el sacrificio de comunión y acción de gracias.
57 Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y pequeños
escudos, restauraron las entradas y las salas y les pusieron puertas.
58 Hubo grandísima alegría en el pueblo, y el ultraje inferido por los
gentiles quedó borrado.
59 Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de
Israel, decidió que cada año, a su debido tiempo y durante ocho
días a
contar del veinticinco del mes de Kisléu, se celebrara con alborozo y
regocijo el aniversario de la dedicación del altar.
60 Por aquel tiempo, levantaron en torno al monte Sión altas murallas
y fuertes torres, no fuera que otra vez se presentaran como antes los gentiles
y lo pisotearan.